24 de Marzo de 1976
Aportes para trabajar el Último Golpe Cívico-Militar
El
proceso del terror
La última
dictadura militar, que golpeó el sistema constitucional el 24
de marzo de 1976 y se mantuvo en el
poder hasta el 10 de diciembre de 1983, fue un proyecto cuidadosamente
organizado.
Las
Fuerzas Armadas en su totalidad—Ejército,
Marina y Aeronáutica— con el apoyo de otros sectores, desplazaron a través de las armas la presidenta, se hicieron cargo
del país y se dividieron cuidadosamente el poder. El "Órgano Supremo del Estado", como lo llamaban, estaba integrado
por los tres comandantes en jefe —Videla, Massera y Agosti— y ese órgano designaba al presidente.
Tenían el propósito declarado de "acabar con la
subversión", y con eso se referían no sólo a
la guerrilla, que ya estaba muy debilitada y en retirada, sino además a toda forma de movilización
popular, de protesta, de reclamo o tan siquiera de crítica.
El método
elegido fue, por supuesto, el terror. Pero el terrorismo de Estado, o sea un
sistema de secuestros, torturas y asesinatos prolijamente planificados desde el
poder. El trabajo "sucio" lo hacían
grupos de tareas, que "chupaban" —secuestraban— a la gente y la trasladaban a los centros clandestinos de detención. Como esos centros de tortura eran secretos y los secuestros y
asesinatos no se declaraban, los secuestrados pasaban a ser "desaparecidos".
En los ocho años del gobierno militar llegó a haber 30.000 desparecidos.
De algunos aparecieron luego los cadáveres, pero de la mayor parte sigue sin
haber ninguna noticia.
Además prohibieron la
publicación y la circulación de libros, canciones, películas, revistas y
diferentes formas de expresión que consideraran que podían ser medios de
difusión de ideas subversivas.
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